La lenteja pardina es una variedad de lenteja que se caracteriza por su pequeño tamaño, su color marrón y su piel fina que no se desprende al cocer. Es una legumbre muy nutritiva que aporta proteínas, hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales. Entre sus beneficios se encuentran la prevención de la anemia, el control del colesterol y el azúcar en la sangre, la mejora de la digestión y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
La lenteja pardina se puede cocinar de muchas formas, desde guisos y sopas hasta ensaladas y purés. Algunas recetas típicas son las lentejas pardinas con chorizo, con vino blanco y jamón serrano, las lentejas pardinas con setas o al curry.
Para prepararlas no es necesario remojarlas previamente, aunque se puede hacer para reducir el tiempo de cocción. Se recomienda lavarlas bien y cocerlas con abundante agua y aromáticas como laurel, ajo o cebolla. Se pueden añadir otros ingredientes como verduras, carnes o especias al gusto.