La castaña pilonga es una castaña desecada al humo o al calor, que se puede conservar durante todo el año. Tiene un aspecto más arrugado y oscuro que la castaña fresca, y un sabor más dulce y concentrado.
-Es rica en minerales como el sodio, el potasio, el fósforo, el hierro, el magnesio y el calcio, que ayudan a regular la presión arterial, el equilibrio hídrico, la formación de huesos y dientes, la producción de glóbulos rojos y el funcionamiento muscular y nervioso.
-Tiene un alto contenido de omega 3 y omega 6, que son ácidos grasos esenciales para la salud cardiovascular, el control del colesterol y la prevención de la inflamación.
-Es una fuente de energía sana y nutritiva, ya que aporta hidratos de carbono complejos de lenta absorción, que generan una sensación de saciedad y evitan los picos de glucosa en sangre.
-Es libre de gluten, por lo que es apta para celíacos y personas con intolerancia al gluten. Además, se puede usar para hacer harina de castañas, que es un buen sustituto de la harina de trigo en recetas dulces y saladas.
-Contiene aminoácidos esenciales, que son los componentes básicos de las proteínas. Las proteínas son necesarias para el crecimiento, la reparación y el mantenimiento de los tejidos del organismo.
-Tiene un alto contenido de fibra, que mejora la salud intestinal, alivia el estreñimiento, previene el cáncer de colon y ayuda a prevenir otras enfermedades del intestino grueso.
-Es rica en vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C y E, que tienen funciones antioxidantes, inmunológicas, metabólicas y protectoras de la piel, los ojos, el sistema nervioso y el aparato respiratorio.
-Tiene propiedades antiinflamatorias y antialérgicas, gracias a sus compuestos fenólicos y flavonoides. Estos compuestos también ayudan a prevenir el envejecimiento celular y el daño oxidativo causado por los radicales libres.