Las pipas de girasol crudas son un alimento muy nutritivo y beneficioso para la salud.
-Mejoran el estado de ánimo: las pipas de girasol contienen triptófano, un aminoácido que es precursor de la serotonina, un neurotransmisor que regula el humor, el sueño y el apetito. El consumo de triptófano puede ayudar a prevenir y tratar la depresión, la ansiedad y el estrés.
-Mejoran la fertilidad masculina: las pipas de girasol son ricas en zinc, un mineral que es esencial para la producción y la calidad de los espermatozoides. El zinc también contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y al mantenimiento de la testosterona.
-Previenen los problemas de embarazo: las pipas de girasol son una fuente importante de ácido fólico, una vitamina B que es necesaria para la división celular y la formación del material genético. El ácido fólico previene los defectos del tubo neural y la espina bífida en el feto, así como el bajo peso al nacer o el parto prematuro.
-Ayudan a controlar el peso: las pipas de girasol tienen un alto contenido en fibra, que favorece la digestión, la saciedad y el control de la glucosa en sangre. Además, su aporte calórico es moderado (unas 600 calorías por cada 100 gramos) y su índice glucémico es bajo.
-Protegen el corazón y los vasos sanguíneos: las pipas de girasol son una excelente fuente de vitamina E, un poderoso antioxidante que protege las células del daño oxidativo causado por los radicales libres. La vitamina E también previene la formación de coágulos y la inflamación que pueden provocar enfermedades cardiovasculares como el infarto o el ictus.
-Fortalecen los huesos y los dientes: las pipas de girasol aportan calcio, magnesio y fósforo, tres minerales que son fundamentales para la salud ósea y dental. El calcio ayuda a prevenir la osteoporosis y las caries, el magnesio mejora la absorción del calcio y el fósforo forma parte de la estructura ósea.
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