- Rosco de vino de Málaga elaborado artesanalmente en Antequera con la receta tradicional
- Elaborados con ingredientes naturales de máxima calidad como la manteca de cerdo ibérico, vino de Málaga y anís verde
- Textura crujiente por fuera y tierna por dentro
- Sabor dulce con toques de vino y anís característicos
- Peso individual de 25 gramos por unidad
- Presentación tradicional con papel de seda
- Ideal para acompañar café, chocolate o vino dulce en Navidad
Rosco de vino de Málaga
Los roscos de vino y anís son dulces tradicionales andaluces que se elaboran especialmente durante la temporada navideña, siendo especialmente populares en la provincia de Málaga y en localidades como Antequera. Este rosco de vino dulce forma parte del rico patrimonio gastronómico de Andalucía, donde cada familia conserva sus propias variantes de la receta transmitida de generación en generación.
Estos roscos de vino de Antequera se elaboran siguiendo el método artesanal tradicional en un obrador malagueño especializado en repostería andaluza. La cuidadosa selección de ingredientes comienza con harina de trigo de primera calidad, que se amasa con manteca de cerdo ibérico para conseguir esa textura característica que combina la friabilidad exterior con la ternura interior.
Estos roscos de anís navideños incorporan vino de Málaga, ese vino dulce con denominación de origen que aporta matices únicos al dulce, junto con anís verde de matalahúga que proporciona ese aroma inconfundible. La masa se trabaja con paciencia hasta conseguir la consistencia perfecta, respetando los tiempos de reposo tradicionales que permiten que los sabores se integren completamente.
Cada rosco de vino dulce se moldea a mano en su forma redonda característica, con el hueco central que facilita un horneado uniforme. El proceso de cocción se realiza a temperaturas controladas para lograr ese tostado dorado exterior mientras se mantiene la suavidad interior, consiguiendo el equilibrio perfecto entre texturas que define a los auténticos roscos de vino malagueños.
La presentación de nuestros rosquitos de vino y anís incluye el tradicional envoltorio con papel de seda, que no solo protege el dulce sino que también forma parte de la estética navideña andaluza. Este detalle convierte cada rosco de vino de Málaga en un regalo perfecto para compartir durante las celebraciones.
Características de nuestros roscos de vino malagueños
- Elaborados artesanalmente en Antequera con receta tradicional andaluza
- Manteca de cerdo ibérico para textura y sabor auténtico
- Vino de Málaga que aporta matices dulces y aromáticos únicos
- Anís verde de matalahúga con toque refrescante distintivo
- Peso individual de 25 gramos por unidad
- Presentación tradicional con papel de seda
- Sin aditivos artificiales ni conservantes
- Textura crujiente por fuera y tierna por dentro
Beneficios de los roscos de vino y anís artesanales
Nuestros roscos de vino andaluces artesanales ofrecen una experiencia gastronómica auténtica que combina tradición con propiedades nutricionales interesantes.
- Energía de calidad: Los roscos de vino de Málaga proporcionan energía de liberación sostenida gracias a su combinación de carbohidratos complejos de la harina de trigo, ideal para acompañar desayunos o meriendas durante las festividades.
- Ingredientes naturales: Elaborados con manteca de cerdo ibérico rica en ácidos grasos monoinsaturados, vino de Málaga con antioxidantes naturales y anís verde que aporta propiedades digestivas tradicionales, sin grasas hidrogenadas ni aditivos artificiales.
- Digestión tradicional: El anís verde de matalahúga presente en estos roscos de vino malagueños es conocido tradicionalmente por sus propiedades digestivas, facilitando la digestión después de comidas abundantes navideñas.
- Experiencia sensorial auténtica: El aroma del vino y el anís al abrir el envoltorio evoca la genuina repostería andaluza, mientras la textura crujiente exterior e interior tierno ofrece una experiencia gustativa equilibrada.
- Versatilidad para cualquier momento: Perfectos con café, como postre o acompañando chocolate caliente en las tardes de invierno.
Como cualquier dulce tradicional, se recomienda disfrutar con moderación dentro de una alimentación variada y equilibrada.





























